La comunicación popular y las organizaciones sociales…
Debemos entender a la comunicación como un derecho humano, con todo lo que ello supone en cuanto al derecho a investigar, buscar, recibir y difundir informaciones y opiniones a través de diferentes medios, en el marco del respeto al Estado de Derecho democrático y a los Derechos Humanos.
Comunicación es poner en común, hacer público y comprensible un conjunto de ideas y sentidos que podemos encontrar en la sala del centro de salud, esperando el colectivo o escuchando la conversación de los vecinos que concurren a nuestras ollas comunitarias, a la despensa de la esquina o al club de barrio. Asistimos y producimos ahí las prácticas cotidianas de la comunicación popular.
Sería un error desconocer los intercambios simbólicos que se producen en los espacios de cercanía, en el cara a cara, con el boca a boca. Porque se trata de los mecanismos de comunicación ancestrales que dejan ver identidades y en esa construcción de lo común aparece la real dimensión de la comunicación popular. Se trata de esa comunicación que se resiste a las exclusiones y que desde la apuesta por una comunicación más democrática entiende que ejercer el derecho a la palabra es mucho más que ser un consumidor de internet, televisión, radios o diarios.